pintura de la feria de abril con una de las primeras casetas de Sevilla

La primavera es uno de los momentos en que la ciudad se transforma: brota el azahar, comienzan los cultos de las hermandades y viene la Semana Santa.

Y después la feria de abril de Sevilla.

Otra de las semanas importantes de la ciudad.

Si vas, es habitual que te encuentres con familiares, amigos y conocidos que solo ves de año en año durante estos días.

La primera feria de abril fue en 1847, tras la aprobación de la reina Isabel II al proyecto de dos empresarios y concejales: Narciso Bonaplata y José María Ibarra.

Fotografía del prado de San Sebastián lleno de animales durante la feria de abril de Sevilla.
Feria de abril de Sevilla. 1895

Desde ese año se han celebrado todas las ediciones, salvo las dos que coincidieron con la Guerra Civil y las de 2020 y 2021.

Las primeras ediciones tuvieron un carácter mercantil, aunque pronto se convierte también en un evento social.

En la actualidad quedas en “Juan Belmonte, 22”, en “Ignacio Sánchez Mejías, 48” o “en la portada”.

Y aunque es difícil encontrarse en esta última ubicación, como por arte de magia, todos somos capaces de reunirnos con los nuestros bajo esta arquitectura efímera.

La primera ubicación de la feria de Sevilla

El primer recinto ferial fue el Prado de San Sebastián, un espacio junto a la ciudad, pero fuera de ella.

En ese momento había poco construido por la zona.

Sin embargo, se podía llegar  en poco tiempo a Tablada o al prado de Santa Justa que era donde se encontraba la mayor parte del ganado con el que se iba a comerciar.

Recuerda que al principio la feria se dedicaba a la compra-venta de bestias principalmente.

Esto realmente, duró poco.

La feria se convirtió muy pronto, en un evento social, además de mercantil.

Poco a poco, se van mejorando los accesos, se crea una portada (la pasarela), se colocan quioscos con viandas… y casetas.

Pero, ¿cuál fue la primera?

Primeras casetas de feria en el siglo XX con vendedoras de buñuelos delante.
Feria de abril de Sevilla (1903). Ya había buñuelos.

La primera caseta de la feria de abril

Deberíamos hablar en plural, porque en la feria de 1847 ya hubo diecinueve.

No fueron como las casetas que vemos en la actualidad, sino más bien un toldo bajo el que descansar y tomar un refrigerio.

Y cerrar negocios.

Este tipo de casetas proliferaron con los años y evolucionaron cuando añaden viandas y bebidas espirituosas, pero seguían sin ser un lugar para socializar como lo son en la actualidad.

En 1849, se añadió otra para los vigilantes del recinto, pero tampoco es la que buscamos.

¿Cuál fue el antecedente directo?

La primera caseta “lujosa” en la feria 

El precedente directo lo encontramos en la “tienda” de un vecino del prado de San Sebastián: Antonio de Orleans

¿No te suena? 

Si te digo el duque de Montpensier seguro que ya lo ubicas.

A pesar de ser de origen francés podemos considerarlo más sevillano que muchos sevillanos del momento.

¿Por qué?

✅ Compra el palacio de San Telmo, lo restaura y crea una colección de arte.

✅ Impulsa el primer Santo Entierro Magno en 1850.

✅ Reconstruyen la ermita de Valme y reinstauran su romería.

✅ Reinventa el palacio de Hernán Cortés en Castilleja.

✅ Reconstruyen el monumento del Jueves Santo de la Catedral.

✅ Su mujer, la infanta María Luisa, cede los terrenos del actual parque.

✅ Ponen de moda pasar el verano en Sanlúcar de Barrameda y alrededores.

No son pocas razones, ¿verdad?

Vista de una de las primeras casetas de feria de Sevilla, pintada por Joaquín
La feria de abril de Sevilla. Joaquín Domínguez Bécquer (1867)

Pero hay que añadir una más: la primera caseta de feria similar a lo que entendemos hoy como caseta fue suya.

En 1848, instaló una carpa junto a su palacio, y en 1850 instala la primera caseta privada y lujosa.

Su objetivo era disfrutar de la feria, pero en un espacio donde se reprodujera el ambiente de San Telmo.

Aquí invitaba a sus amigos de la aristocracia y a las autoridades que eran atendidas por su personal de servicio.

Como imaginas, al año siguiente no le faltaron imitadores y la calle san Fernando se llenó de estas casetas privadas.

Obviamente, las personas que se encontraban en esta calle no bailaban sevillanas. Eso se consideraba de “clase baja”. 

¿Imaginas la sorpresa que se llevarían en la feria de abril ahora?

La caseta actual

El origen de la caseta de feria actual va en relación con la disminución del aspecto comercial y el aumento del componente social.

La imagen que tienes en la mente de una caseta del“real” de Sevilla es diseño de Gustavo Bacarisas.

Él diseñó un modelo que se popularizó, pero hasta 1983 no se consigue que todas siguieran este estilo, diez años después de trasladarse a Los Remedios.

Ese año se crean una serie de normas para el montaje como el uso de lonas a rayas verdes y blancas o rojas y blancas.

La feria podrá volver a cambiar de ubicación, pero la imagen de la caseta no cambiará la monten donde la monten.

Y ahora cuéntanos tú, ¿dónde quedas cuando vas a la feria?

Luis García – Profesor en los Paseos por la Historia

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