Taramundi es una pequeña región que se encuentra situada en la zona más occidental de Asturias, lindando con el noreste de Galicia donde sólo le separa el margen de un río, el Eo, y cuyos límites se superponen en un continuo discurrir entre lomas y valles.    

Durante siglos, Taramundi se ha mantenido inalterada, inmóvil al paso del hombre, y del tiempo. Insertos entre las piedras y los bosques se han escondido las leyendas y los mitos ancestrales, para dar paso a la magia, en un momento como el actual, donde a veces no distinguimos entre mundo real o virtual.   

Es un lugar donde desde las entrañas de la Naturaleza emergen seres distintos, ocultos a los ojos del progreso, obviando el paso veloz de la civilización para detener el tiempo y la Historia. Porque en Taramundi el reloj de los tiempos se ha parado. Allí se superponen desde un castro prehistórico celta hasta un convento olvidado que recogía a peregrinos que elegían un Camino de Santiago menos convencional, desde una antigua casa palaciega olvidada del siglo de Oro hasta un pueblo que funciona exclusivamente con ingenios y donde aún no ha llegado la luz eléctrica. Y todos estos lugares hacen de Taramundi un espacio abocado a la magia y a lo irreal, dejando a un lado lo racional para dejarnos llevar por los sueños y por los seres que lo habitan pero que casi nadie ve.  

Porque si vemos a un señor tuerto, vestido de andrajos y con larga barba, que se nos cruce en algún paseo, quizás se trate del Nuberu, ese señor de las tormentas y el granizo y que gobierna las tempestades a su antojo. Él será el causante si nos llueve de improvisto de forma lenta y pausada o de forma copiosa e irracional. 

Pero si nos encontramos un personaje menudo, arrugado, feo, que levemente cojee y vista con blusa roja estaremos hablando de un Trasgu. Es el encargado de gastar bromas pesadas tanto en los interiores de las casas como en los puentes y caminos. Pero será fácil de identificar ya que la palma de su mano se encuentra agujereada.

Si en algún momento nos encontráramos con una joven mujer de gran belleza con cabellera rubia y larga en la noche cerca de alguna fuente o cueva que está asociada a ella, quizás sea una Xana. Suelen atusarse su melena con peines de oro y se suelen acompañar de gallinas y polluelos del metal preciado.  

Pero en las cuevas y bosques también podemos encontrar seres menos agradables como el Busgonu, ese semihombre con el pelo enmarañado y patas y cuernos de cabra. O aquellos l’home Llobu u hombres lobos tan extendidos en Galicia y que en esta zona de Asturias también están presentes.  

Menos agradable aún sería toparse con el Cuélebre, la Guaxa , el Hombre pez, los ojáncanos, los Ventolinos,  la llavandera… o incluso al Patarico, ese personaje que nos recuerda al Gigante Polifemo… pero de estos habitantes y de otros muchos más te hablaré en nuestro viaje.

No dejes que te lo cuenten y ven con nosotros a sentir Taramundi, donde quizás nada sea real. 

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