altar hermandad de la Cena

Se nos presenta una Semana Santa atípica, presidida por una Cuaresma singular, donde los altares y las exposiciones cofrades como «In Nomine Dei» han sido los protagonistas en este 2021.

Ante la falta de cofradías por las calles, las hermandades se han reinventado para que no falte el espíritu cofrade en la ciudad.

Junto a las bolsas de caridad, cuya labor social y asistencial no ha cesado sino que han incrementado su labor; donde más ha aparecido la chispa del ingenio ha sido en las priostías.

Este año se han creado estampas novedosas para seguir atrayendo a hermanos y curiosos hasta sus templos.

Para ello han usado el reclamo de los Cultos, de la Cuaresma o de la Semana de Pasión para mostrarnos escenas inéditas o con un matiz histórico que recree momentos del pasado que solo vimos en fotografías.

Para que estos días sean únicos.

Los altares de Cuaresma, teatros barrocos

Cada Semana Santa es distinta, pero este año los priostes se han esmerado para hacernos mantener la ilusión.

Han puesto todo su empeño para que los meses previos también fueran ilusionantes.

Lo cierto es que detrás de cada altar hay muchas horas de estudio, de biblioteca y fototeca, de tratar de darle un sentido a cada cosa que se coloca, de dar importancia a los símbolos y a los signos porque la Cuaresma de Sevilla está llena de ellos.

Nuestra Semana Santa es la vuelta cada año a la niñez, a momentos de felicidad plena y donde nada ni nadie falta.

Sevilla cada año vuelve al Barroco, a una época de esplendor.

Vuelve al tiempo sin Tiempo: todo queda quieto, suspendido.

Durante una semana los años se repiten y a pesar de que cada año es distinto, todos los recuerdos se juntan para parecer inmóviles en el tiempo de nuestra memoria.

Cada altar se convierte en un escenario donde siempre aparecen los mismos personajes principales.

Les damos distintos guiones para que representen, a modo de catequesis, escenas de la Pasión y Muerte en Sevilla.

Y de nuevo volvemos al Barroco, al Teatro del Siglo de Oro.

Pero ante la imposibilidad de salir a la calle, estas imágenes cobran vida dentro de un templo. ¿Acaso hay mejor escenario a falta del decorado de nuestra ciudad?

Durante esta Cuaresma, cada iglesia ha sido transformada en «Teatro de lo Humano».

El sevillano, ante este escenario, se puede mostrar como simple observador o siendo parte integrante de esta representación única en la que se convierten los templos.

Para que participemos, los priostes nos han acercado a sus imágenes, han transformado su espacio natural para que aparezcan esas escenas distintas que tanto nos ha impactado.

Y por eso te queremos traer algunos para que puedas disfrutar de ellos durante esta Semana Santa de Sevilla tan atípica.

Sabemos que no están todos, sería imposible traerlos a un solo artículo de este blog, pero hemos intentado que haya ejemplos representativos de los altares de la Cuaresma de 2021.

Hermandad de Montesión

Altar de cuaresma de la Hermandad de Montesión con los apóstoles al pie de la imagen del Señor de la Oración en el Huerto y la Virgen del Rosario.

La Hermandad de la calle Feria ha montado en su pequeña capilla una escena distinta para los días previos a la Semana Santa.

Ha colocado en la hornacina del Señor de la Oración en el Huerto las figuras de Pedro, Pablo y Santiago.

Los tres apóstoles que duermen son obra de Castillo Lastrucci.

A modo de veneración cercana, propia de un besamanos, ha colocado a la Virgen del Rosario ataviada con su característico manto abullonado.

Hermandad de la Hiniesta

Paso procesional de la Hermandad de la Cena dispuestao como altar de Cuaresma con la Dolorosa frente a la Magdalena.

Escena histórica vista en San Julián donde la Hermanda de la Hiniesta ha decidido colocar a los dos titulares sobre el paso de misterio realizando un Stabat Mater.

La Virgen viste de hebrea y está ligeramente ladeada simulando la sacra conversación con María Magdalena.  

Hermandad de la Cena

Altar de cuaresma de la Hermandad de la Cena con la mesa dispuesta y en torno a ella los apóstoles.

Especial composición de la Hdad de la Cena con las imágenes de Ortega Bru y su Cristo obra de Sebastián Santos.

Han rememorado una Última Cena muy especial en época de pandemia.

Para la exposición han colocado el frontal corrido  del canasto del paso de misterio realizado en el año 1929 por Salvador Domínguez.

Hermandad de los Servitas

Altar de cuaresma de la Hermandad de los Servitas con la Piedad acompañada de un San Juan y una Magdalena.

La Hermandad Servita nos ha presentado un conjunto donde resalta la maravillosa Piedad en el espacio central.

Realizada por Montes de Oca, está flanqueada por San Juan y la Magdalena, a modo de altar de finales del siglo XIX.

Para ello lo acompañan con distintas tandas de candeleros y un exorno floral muy cuidado y con un gusto exquisito, como acostumbra esta hermandad.

Un telón de fondo rematado por una corona real remata la composición.

Hermandad de la Candelaria

Altar de cuaresma de la hermandad de la Canderlaria con la dolorosa en su capilla con un escenario con elementos del paso de palio.

En San Nicolás, la imagen que tallara Manuel Galiano en 1924 se ha visto agasajada en la capilla de la Hermandad.

Se ha confeccionado un lugar diferente y con un  telón de fondo Azul Candelaria.

Para ello se han recogido todos los enseres que lleva en su paso para que la acompañen y se ha colocado de frente vestida con su manto de salida.

Tras ella, se ha compuesto un escenario con su techo de palio y con las bambalinas sostenidas por los varales y los respiraderos del paso que sirven de soporte para sus jarras.

Las tórtolas que suelen rematar cada varal están colocadas sobre el canasto del respiradero.

Hermandad de los Panaderos

Altar de cuaresma la Hermandad de los Panaderos con el Cristo del Prendimiento delante del paso de palio.

La hermandad del gremio de panaderos ha hecho una composición donde ha colocado a su Dolorosa en su paso de palio ligeramente ladeada junto al San Juan y con bastantes menos candeleros que acostumbra en su salida.

Delante y en el suelo, han colocado a su titular, Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento, ataviado con la túnica blanca lisa.   

Hermandad de San Esteban

Altar de cuaresma de la Hermandad de San Esteban con el Cristo de la Salud y Buen Viaje en el centro.

Durante el quinario, la priostía de la Hermandad de San Esteban ha instalado un conjunto que recuerda de algún modo a los de finales del siglo XIX y principios del XX.

Preside una cruz con el fin de promover un mensaje evangélico: el Señor está situado delante de la cruz.

Un centenar de puntos de luz componen este montaje que cuenta con elementos barrocos como el paño bordado del dosel, las flores de talco, una creación nacida en el XIX, y el sagrario.

El titular de la hermandad luce la clámide púrpura confeccionada por Joaquín Salcedo, potencias de plata de Manuel Seco Velasco, el cordón de oro, así como los atributos de la corona de espinas y la caña.

Hermandad del Buen Fin

Altar de cuaresma de la Hermandad del Buen con las imágenes del paso de misterio sobre fondo de tela morado con estrellas plateadas.

La hermandad del antiguo convento San Antonio de Padua ha hecho una composición muy simbólica y llena de guiños a su corporación.

Ha colocado un atrezzo para remarcar sobre un fondo morado estrellado y rematado por la corona real y las palabras “Deus meus et omnia”, palabras que solía repetir San Francisco y que significan “mi Dios y mi todo”.

Es una hermandad fundada al amparo de los franciscanos, de ahí su vinculación con San Francisco y que sus palabras sean la guía. 

Han usado las imágenes que anteriormente procesionaban para realizar la escena, con  José de Arimatea y Nicodemo, situados a la izquierda, prestos a desclavar de la cruz al Señor del Buen Fin.

A la derecha, se colocan María Cleofás y María Salomé y en la parte central, preside el Señor Crucificado flanqueado por la Virgen de la Palma, San Juan y María Magdalena.

A los pies de la cruz aparacen elementos pasionales como la lanza de Longinos, la túnica, el paño de la Verónica, la caña con la esponja donde le ofrecieron vinagre, y el cáliz de la Última Cena junto a una calavera.

Todo se cierra en la imagen central, el Crucificado tallado por Sebastián Rodríguez, enmarcado entre la Luna y el Sol, el comienzo y el final.

Juan Manuel Bustelo de los Reyes – Profesor de Hª de la Semana Santa

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¡Te esperamos!

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